“PARTICIPACIÓN CIUDADANA…TOMAR Y DAR LA PALABRA….”
Un camino hacia el logro de un aprendizaje autónomo y la formación de alumnos críticos
La Escuela se propone propiciar en los alumnos una actitud pluralista y respetuosa, necesaria para lograr un buen clima de convivencia escolar, que se exprese en la tarea diaria de forma solidaria y responsable preparándolos desde el primer ciclo para la participación en la vida ciudadana.
La formación de alumnos críticos es una meta que los niños irán alcanzando a través de los ciclos y en diferentes etapas. Es una construcción sobre los hechos culturales, una mirada propia, personal y a la vez comunicable a los demás, posible de ser discutida y reformulada.
Se prioriza que los niños logren una autonomía real en la resolución de los problemas cotidianos, que sean capaces de reflexionar y encontrar soluciones consensuadas para las diversas situaciones que se plantean a diario.
Cuando hablamos de autonomía, nos referimos al aprendizaje de las distintas formas o modalidades de acercarse a los objetos de conocimiento, es decir aprender a aprender. Un alumno que va aprendiendo a aprender se va transformando en un estudiante autónomo: sabe qué procedimientos utilizar, dónde recurrir en busca de información, advierte en qué ocasiones necesita del docente y cuándo puede resolver por su cuenta y participar de actividades grupales.
Éste, posiblemente, sea uno de los mayores desafíos a lograr especialmente durante el año del bicentenario de la Independencia de nuestro país.
Comprometida con la realidad social, la escuela se propone potenciar en los alumnos el desarrollo de sus capacidades éticas, el respeto por la diversidad y la opinión del otro, la adquisición de hábitos que le permitan reflexionar, debatir, consensuar y trabajar en equipo con el fin de formar ciudadanos autónomos, libres y solidarios.
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